Se le veía inspirado, silvando una melodia desconocida aunque familiar. Se detuvo para coger romero y se quedó extasiado mirando las rocas de la montaña. Inspira temor, pero parece simpático, ha dicho un vecino.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario